Un grupo de manifestantes radicalizados rodeó la embajada argentina este martes por la noche en Santiago de Chile y logró acceder a un terreno contiguo desde donde le estaban arrojando piedras esta noche. "Estamos resistiendo", dijo el embajador José Octavio Bordón minutos antes de ser evacuado.

"Estamos dentro. Incendiaron un restaurante a 50 metros. Ingresaron al terreno entre el museo y la residencia. Llevan media hora tratando de entrar y apedreando", agregó en declaraciones al diario Clarín el embajador hoy luego de una jornada particularmente violenta para la ciudad.

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Este martes hubo un paro general en reclamo por el respeto a los derechos humanos que fue acompañado por una marcha que terminó con disturbios y destrozos en varios puntos del país: hubo un incendio en la gobernación de Concepción, saqueos en Valparaíso y barricadas e incendios en las principales avenidas de Santiago, en las inmediaciones de la plaza Italia.

Por segunda vez en pocos días, el embajador y su familia fueron evacuados, según confirmaron fuentes de la Cancillería a LPO.

"Faurie habló hace un rato con Bordón para darle apoyo y ver cómo estaba", dijeron a LPO y aclararon que el embajador "está bien, en medio del caos".

Días atrás, el canciller Faurie había pedido un refuerzo a la Gendarmería para la custodia del territorio nacional en el país vecino, a raíz del ataque que sufrió el pasado viernes 8 de noviembre como parte de un enfrentamiento entre carabineros y un grupo de manifestantes radicalizados.  La invasión del predio de la embajada había requerido la evacuación de urgencia de Bordón de parte de las fuerzas de seguridad locales. Por eso ayer salieron más gendarmes argentinos para allá.

"Fue un momento muy difícil, nos mandaron un carro blindado para que pudiéramos salir, y en el medio de la crisis tuve que tomar las decisiones de emergencia. Ante esta nueva situación analizaremos con otras autoridades cómo seguir, tenemos que ver cómo transitar este período hasta que finalice la violencia", había relatado a radio Mitre el embajador el último sábado.

La embajada, que queda sobre la coqueta calle Miraflores, se encuentra a escasos metros de los puntos álgidos de las manifestaciones en Santiago y, como tal, se convirtió en receptora de pedradas y pintadas contra el gobierno de Sebastián Piñera, "en ningún caso es un problema contra Argentina", subrayó Bordón.